Baile de la rosa monaco 1962
Dame Shirley Bassey Archivo 2011 HD 1080p
En presencia del S.A.S. el Príncipe Alberto II, Presidente de la Cruz Roja de Mónaco, acompañado por el S.A.S. la Princesa Charlene y el S.A.R. la Princesa Carolina, este evento social benéfico tiene lugar cada año en el Salón de las Estrellas del Deporte de Monte-Carlo.
En 1948, el joven Príncipe Rainiero III de Mónaco presidió la primera Gala de la Cruz Roja de Mónaco, organización que acababa de ser creada por el Príncipe Luis II de Mónaco. El principio, por supuesto, era contribuir a la financiación del espíritu del gran humanista Henry Dunant. Ese año, la estrella fue nada menos que Maurice Chevalier. Pero cada año, el programa rivaliza en glamour, acogiendo el desfile de Christian Dior en 1952 y el de Zizi Jeanmaire en 1953.
Diez años después de su inauguración, la Gala de la Cruz Roja tuvo un cambio de Presidente… esta vez una mujer: La princesa Grace de Mónaco. Ella Fitzgerald (1959), Sammy Davis Jr. (1961), Charles Trenet (1962), Sacha Distel (1963), Gilbert Bécaud (1968), Charles Aznavour (1970) y Shirley Bassey (1971).
El Príncipe Rainiero y Grace Kelly en el Baile Imperial (1956)
Esperaba que mi momento de extremo glamour con la tiara llegara como extra en la película Grace of Monaco. Sabía que iba a participar en una escena del Baile de la Cruz Roja de 1962 (que sigue siendo el evento social más importante de Mónaco). Imaginaba seda crujiente, diamantes, quizás incluso un peinado recogido… Pero, maldición, sólo las chicas altas, jóvenes y delgadas parecían llegar allí. No me extraña que Meryl se queje… No, yo sólo era la “femme badaud 10”, la espectadora número 10. El diez era el número de mi traje. Me lo pusieron hace unas semanas, en un hangar/almacén lleno (es decir, realmente, lleno hasta los topes) de ropa original de los años 60 en los estudios La Victorine.
Por lo que a mí respecta, mi atuendo era como un cruce entre Mary Poppins y la Reina de Inglaterra, con un sombrero tonto, un abrigo amarillo de línea A y un bolsito de peluche. Joel, advertido de mi carácter desaliñado, estaba convencido, no obstante, de que en el momento en que todos me vieran, apartarían a Nicole Kidman como Grace y me meterían en su fabuloso vestido de tul y diamanté. De hecho, ha estado tan convencido de mi nueva carrera como gran estrella de Hollywood que en ocasiones me he visto obligada a pegarle para que se callara. En la cola del supermercado, por ejemplo, cuando alguien intenta colarse delante “Espera a que te reconozca”, susurra. “Se va a mortificar”. Y cuando se desliza detrás de mí en un semáforo, mientras espero en mi bicicleta: “Oh, Dios mío, eres…. eres…. ¿puedes darme tu autógrafo?”
Gala de la Cruz Roja en Mónaco
Este año, el 73º Baile de la Cruz Roja tendrá lugar en la Plaza del Casino el 18 de julio. Para la ocasión, la plaza se transformará en un escenario sin fuentes ni palmeras, donde actuará la pianista, cantante y compositora neoyorquina Alicia Keys.
El Baile de la Cruz Roja de Mónaco es una de las mayores galas benéficas del mundo, que reúne a los personajes más famosos y destacados, muchos de ellos de las casas reinantes de Europa. El Baile se celebra cada año y es la culminación de la temporada de verano en Mónaco.
El joven Príncipe Rainiero III fue el presidente del primer Baile de la Cruz Roja. Inauguró oficialmente el baile, saludando a los invitados y presidiendo toda la ceremonia. Se trata de una novedad en el Principado: la participación activa de un jefe de Estado en un acto benéfico. Así comenzó la historia del Baile de la Cruz Roja en Mónaco.
Maurice Chevalier fue la estrella del primer Baile de la Cruz Roja. Y cada año el programa es más impresionante. Famosos y notables invitados honran la velada con su presencia y los organizadores parecen superarse de año en año. Por ejemplo, en 1952 lo inauguró un desfile de Christian Dior y en 1953 actuó en su escenario Zizi Jeanmaire, bailarina de ballet y cantante francesa.
Fiesta nacional monegasca 2010
2. Una ubicación, una accesibilidad (aeropuerto internacional, estación de tren, helipuerto, puertos, autopistas) y una calidad de vida excepcional en el corazón de Europa, con un clima agradable durante todo el año (una media de más de 300 días de sol al año y 17 grados centígrados) y un entorno vital de ensueño entre el mar y la montaña.
3. Una comunidad acogedora y multicultural (más de 140 nacionalidades que conviven en armonía) en la que se hablan habitualmente los idiomas inglés e italiano y con una administración cercana, siempre disponible y receptiva a las empresas y a los particulares.
6. Una vida deportiva, asociativa, cultural y festiva muy dinámica con muchas infraestructuras a disposición de la población y numerosos eventos de dimensiones internacionales (el Gran Premio de Fórmula 1, el Rolex Master de Tenis, el Baile de la Rosa y la Cruz Roja, el Festival del Circo, los equipos de fútbol y baloncesto del AS Mónaco, la compañía de ballet de Monte-Carlo, numerosos conciertos…).
7. Alto nivel de seguridad, tanto para los residentes como para los visitantes, que es una de las prioridades de la acción gubernamental, gracias a los cientos de cámaras de vídeovigilancia que cubren todo el territorio y al gran número de agentes de seguridad pública.
